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sábado, 26 de mayo de 2012

Alas cortadas

Hay libros que aunque parezcan cortos y sencillos a simple vista te marcan interiormente hasta límites insospechados. Te hacen sentir perdida cuando los terminas, dolorida, intranquila. Te das cuenta de que te entienden más que tú misma. Libros que por un lado desearías no haber abierto pero por los que, en cambio, sientes una expectación increíble. Y entiendes que no sabes vivir.
Ahora más que nunca me siento perdida en el tiempo, en lo cotidiano y en las sensaciones monótonas que me rodean. Donde nunca pasa nada digno de recordar.
Me ciño en pensar en un pasado nefasto y en un futuro esperanzador. Recordándome a mí misma que el presente es únicamente la transición. Una transición verdaderamente desoladora.
Y de mientras dejo pasar los días, sin nada que me anime a seguir adelante, solo ese futuro lejano, que quizás me traiga algo de vida o por el contrario siga igual.
He llegado a la conclusión de que no sé vivir el presente, no sé vivir. Y por mucho que lo intente no consigo cambiar eso.
La gente se enamora para atarse a otra persona y así tener ilusión por las cosas. Y quizás eso les enseñe a vivir. Pero supongo que lo único que hacen es reflejarse en ellos y aprender a quererse a sí mismos. Eso, y no sentirse tan solos. Y cuando nos gusta alguien, tan solo nos buscamos a nosotros mismos, o a lo que nos gustaría ser. A nuestro yo frustrado que necesita razones para existir.
Pero... ¿por qué no aprender solos a valorarnos? ¿por qué nadie ni nada puede enseñarnos?
Y te das cuenta de que la vida se basa en el suspense. Como en los libros, si se crea tensión desde la primera página te enganchas, por el contrario, si no la hay, es difícil quedar tan impregnado de las páginas desde el primer momento. Y el suspense simplemente se crea no dando a conocer todo, el escritor conoce plenamente la historia pero dosifica la información que nos da para que vayamos creando hipótesis. La seducción es igual. No es lo mismo, enseñar un hombro que llevar ropa ajustada. Cuando alguien te atrae, si la excitación por lo impredecible no existe se pierde la atracción en sí.
Luego están esos momentos aparentemente perfectos, que te crean ilusión en una época de monotonía pero, que a diferencia de lo que crees, ten hacen sentir dolorido y triste muy poco después de que sucedan. Supongo que es, simplemente, porque no podemos retener los momentos, y aunque aún no hayan acabado ya sientes nostalgia por lo que estás a punto de perder.

                               "¿Los latigazos te han rayado la piel,
                                    o es tal vez la sombra de la reja?"





lunes, 7 de mayo de 2012

Sin sentido aparente.

Frío. Eso es lo único que siento cuando estoy mal. Ya ni sé quién soy. O, bueno, sí lo sé... No soy gran cosa para nadie.
Estoy harta de que el mundo nunca esté a mi favor, estoy harta de no poder dormir o de dormir demasiado, estoy harta de que me den esperanzas y luego me las quiten todas de golpe.
Y la gente me sigue diciendo hasta la saciedad que solo escribo para dar pena. Pensar lo que queráis, pero solo me desahogo para sentirme un poco menos hundida. Aunque eso ya lo he dicho demasiadas veces...
Odio que la felicidad producida por cualquier cosa me dure tan poco. A veces días, pero la mayor parte de las veces, horas. Te centras en una realidad que no es la tuya, de la que pronto saldrás y que nunca más volverá. O al menos, no volverá cuando la necesites.
Y de mientras te ilusionas por cosas que nunca tendrás. Por personas que ni siquiera se acuerdan de tu nombre. E incluso por acciones que nunca llevarás a cabo.
Solo quieres que el tiempo pase. Porque eres fuerte, porque quieres seguir en contra de todo lo que te rodea. Porque te da igual que te odien. Porque quieres conseguir sentirte viva.
Pero la soledad te hace daño y ni siquiera puedes llorar sin que alguien te recrimine que te quejas demasiado. Sentirte bien es difícil cuando en tu interior solo sientes algo que te oprime y no te deja respirar.
Y cuando el tiempo pasa te das cuenta de que todo sigue igual y que nada cambia a mejor. Solo te mientes a ti misma pare sentirte menos perdida y afrontar con nuevas mentiras una realidad desacertada...