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viernes, 9 de septiembre de 2011
Mundo de la estupidez diría yo...
viernes, 2 de septiembre de 2011
Tras una media sonrisa..
Otro relato con el que participé un concurso es este...
La música recorría mi interior, me infundía la energía necesaria para transitar las calles y llegar por fin a mi destino.
Como cada día en ese momento, todos los problemas que me acechaban se borraban de mi mente y me unía a aquella muchedumbre ajetreada que se cernía ante mis pies. Observaba a todas esas personas que a ritmo frenético deambulaban por la ciudad sin pararse a mirar, ni tan siquiera a las personas que les saludaban amablemente.
Visto así, parecería que se trataba de una película de terror donde persiguen a todo el mundo amenazado. Pero nada bloqueaba sus sentidos, tan solo ese miedo irracional al tiempo.
El tiempo, ese enemigo que provocaba a todos una necesidad innata de no pararse a pensar que ocurre en su vida.
Yo miraba a todas partes sonriendo, deleitándome con todos los adultos que andaban fríamente. Temía no siempre verlo con los ojos del adolescente que soy, y ser algún día como todos los viandantes de miradas vidriosas que no detenían la atención de cualquiera.
Tenía miedo a no sentir esa euforia al detenerme ante un músico que intenta mejorar su vida y la nuestra. Él, sin miedo al tiempo, solo a la espera de nuevos rostros excitados por su excelente trabajo.
Miedo a hacerme prisionero de las horas.
Miedo a vivir una monótona vida, sin sobresaltos, no locuras.
Miedo a no ser feliz.
Y como toda historia, surge atada a una canción...
"Love hurts...But sometimes it's a good hurt."
La dama desnuda.
Pondré ya por fin todo lo que he encontrado antiguo para no perderlo y aprender de mis errores, aunque haya tantos...
Observo en la lejanía, el rostro de una hermosa dama. Ella ilumina el horizonte con su dulce sintonía, sus cabellos resbalan sobre su piel, rozan sus mejillas. Viste una túnica blanca, que goza
de libertad. Sus rasgos son fuertes y sinceros. Pero la armonía desaparece, porque ella me ha descubierto, sus ojos penetrantes, azules, no se apartan de mí. El pánico me invade, pero, soy fuerte y resisto. Ya no existe lejanía entre nosotras, ella se acerca y con una sutileza inquebrantable alza una daga y se la clava en el corazón. Su blanco y puro vestido en pocos instantes se vuelve de un color rojo carmín. Cae al suelo como un felino. Con seguridad y firmeza ella yace en el suelo. Su corazón ha dejado de palpitar. Pero de su cuerpo sale la esencia, más bella aún que cuando estaba viva. Es una sustancia de un color indefinido. La vida rebosa en ella, mucho más que antes, ha muerto, pero su felicidad es indescifrable. En mi cabeza escucho algo, que en un principio no percibo, pero que cada vez me llega más hondo. Surca mi alma, intentando comunicarse conmigo y sin duda lo consigue.
Aquello que observe, fuera lo que fuese esta en deuda conmigo, porque yo supe la grandiosidad de belleza que emanaba su interior.
jueves, 1 de septiembre de 2011
Y sigo con las cosas rescatadas de un oscuro baúl...
Como un pájaro sobrevuela un árbol
Como las golondrinas refuerzan el viento
Como una música traspasa tus oídos y se funde en tus pensamientos
Como una flor recuerda su esencia
Como un fénix renace de sus cenizas
Como el sol transmite rayos encriptados
Como las estrellas brillan cada segundo más
Como el mundo cambia tus pasos
Como el sentimiento de un haz de luz cruza por tu camino
Como las palabras te transmiten emociones
Como el suelo se tambalea cada vez que te necesita
Como las lágrimas ruborizan las hojas
Como la tinta de esta pluma impregna tinta en el papel
Golpea tu mundo
No existe el destino
Relaja los sentidos
Y se tú mismo.